domingo, 28 de noviembre de 2010

El bajo rendimiento escolar

Hay que confesarlo : madres y padres esperamos que nuestros hijos aprendan sin grandes dificultades , que sus resultados sean acordes a sus esfuerzos o mayores aun y que paulatinamente vayan adquiriendo responsabilidades entorno a sus tareas escolares. y esperamos, ademas, que este sea un proceso natural y exitoso. pero esto no siempre es así. en este articulo analizamos por que , aveces, nuestros hijos presentan bajo rendimiento escolar y cómo debemos actuar en esos casos.

Existen distintos tipos de razones que pueden interferir significativamente con el
aprendizaje de nuestros hijos:
* problemas propios de cada niño,
* situaciones del entorno familiar o
* particularidades del ámbito escolar.
Diferenciar estos factores no es fácil. Requiere una aguda observación de parte de los
padres y profesores y, algunas veces, es necesario además, la intervención de especialistas.

I CAUSAS DE UN BAJO RENDIMIENTO ESCOLAR
Existen múltiples problemas que pueden determinar el bajo rendimiento de los niños. Las más
frecuentes son:
1. problemas emocionales
2. problemas sensoriales
3. problemas específicos de aprendizaje
Ahora bien, cualquiera sea la causa, el niño necesitará apoyo psicopedagógico para
superar las dificultades. Es entonces cuando surge la pregunta inevitable:
* Cuándo intervenir
No hay que apresurarse y establecer un diagnóstico prematuro. Antes del segundo
semestre del segundo básico no se puede hablar de trastornos de aprendizaje. En el
proceso de aprendizaje es posible que veamos que nuestro hijo presenta escritura en
carro, hace cambios de letras, omite o agrega letras; quizás tenga dificultades de lectura,
problemas con el tamaño y la organización de la información escrita o haga números
invertidos. Estos son problemas propios del proceso de adquisición de la lectoescritura y
el cálculo: no debemos alarmarnos. En el segundo año básico ya es posible hacer un
diagnóstico más específico. Y es ahí cuando tenemos que estar muy atentos a los:

*Síntomas
Si notamos que, a pesar de su esfuerzo el rendimiento de nuestro hijo no mejora, estamos
ante los primeros indicios. Es importante entonces estar atentos a si nuestros hijos
presentan determinados síntomas, por ejemplo si:
*tarda más que la mayoría de los niños en hablar,
*presenta problemas de pronunciación,
* tiene vocabulario pobre,
* muestra dificultad para aprender colores, formas, números,
* presenta dificultades en la coordinación visomotora (dibujos pobres, mal realizados de
acuerdo con su edad),
* presenta dificultades de concentración y atención (por ejemplo, no termina las tareas),
* su atención es variable,
* no recuerda instrucciones,
* le cuesta organizar su actividad,
* actúa como si tuviese un "motor" interno que no para (caso de hiperactividad).
Muchas veces se trata de niños inteligentes, que no tienen problemas para captar la
información, pero que fallan en las áreas específicas de la lectura, la escritura o el cálculo. Por
eso, como siempre, nuestro grado de atención es fundamental a la hora de detectar el
problema.
II. QUÉ HACER. SUGERENCIAS GENERALES
En primerísimo lugar, claro, debemos observar. Como un cazador atento, nunca dejar de estar
alerta. Así podremos detectar rápidamente si nuestro hijo tiene algún tipo de problema que
afecta su rendimiento escolar. Para hacer más fácil la práctica, presentamos un punteo de los
síntomas generales. En los casos de bajo rendimiento escolar sucede que el niño:
* se esfuerza y no obtiene una mejoría,
* presenta angustia o rechazo hacia la tarea escolar,
* está perdido, en las clases,
* tiene "cuadernos en blanco", no tiene su material,
* no logra mantener la información relativamente ordenada,
* muestra sentimientos de incapacidad frente a las obligaciones.

Una vez que observamos que nuestro hijo presenta problemas de aprendizaje, debemos
intervenir. Algunas acciones que podemos emprender:
* definir el problema. (si son de tipo: sensorial, emocional, o más específicos de
aprendizaje);
* acompañar al niño en su estudio, observar cómo resuelve las dificultades y cuánto está
atendiendo;
* conversar con profesores y pedirles información;
* no enjuiciar; el rendimiento escolar es sobrevalorado en nuestra cultura, el bajo
rendimiento en un niño pequeño no determina su futuro;
* buscar ayuda psicológica y psicopedagógica para apoyar al niño en el desarrollo de sus
destrezas;
* reconocer las áreas en las que es competente y alentarlo, estimularlo: es importante
renovar la autoestima del pequeño;
* adecuar las expectativas a la realidad del niño sin dejar de estimular y sin presionar
exageradamente;
* buscar un establecimiento apropiado para sus necesidades;
y siempre que tengamos dudas consultar a especialistas.

1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo con el articulo tienen que estar muy pendientes de sus hijos , puede darse el caso que tras de ese mal rendimiento escolar hayan problemas familiares o emocionales

    ResponderEliminar